lunes, 8 de enero de 2018

Ya san casaooo

Mi Árbol y yo nos casamos hace tres meses. Nuestra vida es exactamente igual (obvio), por mucho que la gente nos repitiera que todo cambiaría y bla bla bla. No soy demasiado partidaria del amor romántico, de eso de que sin ti no soy nada, que eres mi media naranja y que eres el amor de mi vida. Nah, el amor de mi vida soy yo, que soy una naranja entera, contigo y sin ti. Pero contigo mi vida de naranja, mandarina o lo que sea, es un poco más bonita.

Pues eso, que a pesar de que hace pocos años decía que eso de casarse no iba conmigo, pues cuando llegó la persona y el momento correcto, con todo lo que me gustan las bodas ajenas, pues nosotros también nos sumamos al carro y con una ilusión como la que más. Boda no, bodorrio. Y a todas y todos que tengáis dudas os lo recomiendo sin duda porque cada euro y minuto invertidos valen solo por ese día increíble. Sé que suena a tópico, pero es que tengo que decir que fue el día más feliz de mi vida y si hay algo que lamento es que no pude estar demasiado tiempo con cada uno, porque quería estar con todos, y que estaba tan cansada que solo aguanté hasta las 2. Repetiría una y otra vez, con mi Árbol, solo por ver esas sonrisas de la gente y por tener a todos volcados con nosotros.

Oh, fuck, ¡que vivan las bodas y que viva el amor!