miércoles, 8 de junio de 2011

El caballo de juguete de Gombrich

Hace tiempo que tuve que leer en clase "Meditaciones sobre un caballo de juguete" del austriaco E.H. Gombrich. Teníamos que hacer un trabajo, y a la primera no entendí lo que nos pedía el profesor, por lo que lo hice fatal. En cambio, a la segunda me involucré tanto en entender lo que ponía en el ensayo que al final me enganché. ¡Y es que tiene toda la razón! Os aconsejo que lo leáis, es cortito, pero os cuento cual es su idea base.


No es un libro para leer por placer, es más para aprender. Trata sobre la forma de ver las cosas, como por ejemplo las ilusiones ópticas, en las que es más importante lo que parecen a nuestros ojos que lo que realmente son. ¿Sabéis esa imagen del perro creado a base de manchas? pues ya solo esta pregunta está mal formulada, debería preguntar si conocéis la imagen del conjunto de manchas que parece un perro. Pero no, porque para nosotros seguirá siendo el perro creado con manchas.


Gombrich destaca la idea de que para un niño tanto un caballito de madera con sus patas, su crin y sus ojos, como un palo de escoba será un caballo de juguete. Un palo, ¿se  puede cabalgar? sí, cumple la función. Entonces es un caballo de juguete. Otro ejemplo de este caso sería el biberón que sustituye al pecho y cumple igualmente su función de alimentar, o incluso el vibrador que cumple la función de dar placer. En este aspecto lo importante es la representación, es decir, la manera en que un objeto cumple la función de otro y lo sustituye para cumplir una necesidad.

Por otro lado, está la imaginación. No debemos confundir imaginación con representación. La imaginación juega un papel fundamental en las ilusiones ópticas, como es el caso del perro de las manchas, porque entre una mancha y otra hay un hueco blanco pero somos capaces de imaginar lo que hay entre ellas para completar la imagen. Esta imaginación nos puede engañar y no llevar a nada, porque no por parecerse visualmente tienen que cumplir la misma función. Por ejemplo, los pollitos no son capaces de distinguir a sus padres, así que cuando ven dos puntos los siguen porque piensan que son sus ojos. No os riáis porque a nosotros también nos pasa algo parecido. Hacer la prueba. Cuando vemos tres puntos en posición de triángulo invertido nos parece una cara (más aun si en medio del triángulo hay otro punto más pequeño).

Eso es más o menos lo que dice Gombrich en el ensayo. Ahora me gustaría compartir con vosotros una idea y ver si coincidís. Creo que hay un ejemplo muy actual que todos utilizamos y que podría ser la unión de estas dos posibilidades de funcionalidad y parecido.

¿que veis aquí?   XD    ^_^     U_U    O_o   :-D    ;-)   T_T
No son tres puntos pero claramente podemos identificar varias caras. Es más, podemos identificarlas con emociones, por lo que además de imaginárnoslas cumplen su función de transmitir un sentimiento.



Por último, quisiera recomendaros otro libro del mismo autor. "La historia del arte" no es solo un libro sobre la historia del arte, es más un libro de divulgación. El autor opina libremente sobre lo que los artistas quisieron decir con sus obras, y las analiza a detalle, haciendo mención especial a algunos autores como Pollok. Este tomo sí es un señor libro, así que probablemente os salga mejor consultarlo en alguna biblioteca que comprarlo por lo caro que será (a mi me lo regalaron, así que no os puedo decir). Eso sí, si tenéis la oportunidad de tenerlo en casa, la verdad que es una joya para consultas puntuales sin tener que leerlo de un tirón, porque tiene mucha información.
Sólo con la introducción os podéis hacer una idea de cómo opina Gombrich.

1 comentario:

Beñat Olea Irureta dijo...

Bua, kriston interesgarrie da, bai. Gistauko litzaidake honi buruz gehio irakurtzea. Bakit harreman zuzenik eztaukela, baño hutsunea ikusten deula esan dezunen, zuzenen eskulturakin lotu det. Nola eskultura askotan materialak sortzen don hutsunea dan garrantzitsuna.

Bakizu, hemen bakoitzak bere terrenora eramaten do dana :P
Gustau zait, Nago!

Egune ondo bukau izana esperoet!