La cuestión es que han sacado un producto nuevo, que son las Doubbleshot Espresso, unas latas de café con leche para tomar bien frías en cualquier parte. Son latas pequeñas, dulces –es dulce incluso la que no lleva azúcar añadido– y, según anuncian, con dos cafés. Dos. Lo cual las hace perfectas para cuando necesitas un impulso.
Me enviaron las latas para probarlas durante Zinemaldia, una semana agotadora (aunque genial también), así que cada mañana, antes de entrar al cine, me tomaba mi lata en la cola, o si incluso en el tren cuando iba de camino. Algunas pocas que me sobraron me han servido para superar una mala noche, o incluso una fue parte de mi desayuno tras un análisis de sangre en el trabajo. Era justo lo que necesitaba.
Así que, una vez más, siendo sincera, creo que compraré estas latas, no para tomar a diario pero sí como una alternativa al café para llevar de cafetería. Me gustaría tener siempre unas pocas latas en mi frigorífico para cuando no me da tiempo de desayunar o necesito un café y no me apetece poner en marcha la italiana.
Como punto flojo sería el exceso de dulce. Me gustaría que la versión "sin azúcar añadido" no llevara ningún tipo de edulcorante para así tener una versión dulce y otra normal. Por lo demás, genial.