Acabo de descubrir la tienda Granel Slow Shop y estoy happy. Es una tienda que tiene su origen en Cataluña cuando, en plena crisis, un matrimonio desistió en buscar trabajo de lo suyo, y abrieron el primer establecimiento de productos a granel. La cosa ha ido tan bien que en Cataluña tienen ya varias tiendas, abrieron una en Bilbo en 2014, y hace escasos dos meses abrieron otra en Donostia.
Venden pasta, tanto normal como de harinas especiales o sin gluten, también legumbres –un montón de tipos de lentejas que no sabía ni que existían–, productos típicos de la alimentación macrobiótica como algas, hay harinas para hacer pan, especias, cafés y tés, semillas, cereales, arroces, encurtidos, frutos secos… todo ecológico o de producción responsable y, a poder ser, local.
Cada cliente coge lo que necesita en bolsas de papel o en botes de fécula de patata biodegradables. Yo fui a lo seguro y cogí sésamo tostado, que se me había gastado el que tenía, y unas avellanas para picar, pero la próxima vez cogeré pequeñas cantidades de diferentes cosas para probar, ya que este sistema lo permite.
De precios rondan los 0,50 euros los 100 gramos, más o menos y dependiendo de cada producto. Me parece un precio razonable ya que es de calidad. La dependienta de Donostia, además, es muy agradable. Da el mismo buen rollo que da la tienda. Mientras los clientes miran y cogen lo que quieren, ella continúa trabajando sin estar mirandoles, sin "vigilarles", que es lo que hacen en otras tiendas como si fueras a robar.
Para quien le interese, está en la calle Larramendi, cerquita del antiguo edificio de los bomberos, actual sede de Donostia 2016.
Venden pasta, tanto normal como de harinas especiales o sin gluten, también legumbres –un montón de tipos de lentejas que no sabía ni que existían–, productos típicos de la alimentación macrobiótica como algas, hay harinas para hacer pan, especias, cafés y tés, semillas, cereales, arroces, encurtidos, frutos secos… todo ecológico o de producción responsable y, a poder ser, local.
Cada cliente coge lo que necesita en bolsas de papel o en botes de fécula de patata biodegradables. Yo fui a lo seguro y cogí sésamo tostado, que se me había gastado el que tenía, y unas avellanas para picar, pero la próxima vez cogeré pequeñas cantidades de diferentes cosas para probar, ya que este sistema lo permite.
De precios rondan los 0,50 euros los 100 gramos, más o menos y dependiendo de cada producto. Me parece un precio razonable ya que es de calidad. La dependienta de Donostia, además, es muy agradable. Da el mismo buen rollo que da la tienda. Mientras los clientes miran y cogen lo que quieren, ella continúa trabajando sin estar mirandoles, sin "vigilarles", que es lo que hacen en otras tiendas como si fueras a robar.
Para quien le interese, está en la calle Larramendi, cerquita del antiguo edificio de los bomberos, actual sede de Donostia 2016.
No hay comentarios:
Publicar un comentario