El Olentzero u Olentzaro es un personaje de la tradición navideña vasca. El Olentzero es un carbonero mitológico que trae los regalos el día de Navidad en los hogares vascos. Se trata de una tradición arraigada en las montañas de Navarra y Gipuzkoa, y partes de Araba cuyo origen parece estar en la zona de Lesaka se ha popularizado en todo Euskal Herria desde las últimas décadas del siglo XX por lo que actualmente está considerado como parte ineludible de las Navidades en todos los territorios de cultura vasca.
Nombres y etimología
La denominación más común de este personaje es la de Olentzero tal y como se utiliza en Guipúzcoa. En Navarra recibe las denominaciones de Olentzaro, Orantzaro (en la zona de Berruete y Leitza) y Onontzaro en la zona de Larraun. Aunque también se le llama Orentzero y Gomentzaro. Sobre la etimología del nombre hay diversas hipótesis. Lope de Isasi, ya en el siglo XVII decía que podría venir de las palabras vascas onen, "bueno" y zaro, "tiempo" o "época", es decir de onenzaro, "tiempo de lo bueno". Esta hipótesis la defendió también, ya en el siglo XX Resurreccion Maria de Azkue. Una versión de la misma hipótesis es que el término Onentzaro podría estar relacionado con Onentzat aro u Onentzako aro ("época para los buenos", en euskera).
Caro Baroja expuso la hipótesis de que la palabra, y en particular su comienzo con la vocal "O" esta relacionada con los cantos que se realizaban en la liturgia cristiana entre los días 17 y 23 de diciembre que comenzaban con dicha letra. Otra hipótesis es que tiene relación con el término vasco oles que se suele utilizar en canciones de ronda donde se pide cuestaciones económicas o en especie destinadas, normalmente, a la celebración de una merienda o cena posterior, o a la petición de limosnas para una buena causa.
El personaje
El personaje
El Olentzero es un carbonero que se representa como un hombre grueso, desarrapado, manchado de carbón, de buen comer y borrachín. Aita Donostia lo describe como "cabezón sin inteligencia" (buruhandia, entendimendu gabea). Su singular característica es que vive aislado de la sociedad dedicado a hacer carbón vegetal en el bosque gustándole comer y beber bien y cada invierno baja de las montañas a los pueblos.
Hace poco mi profesor de historia nos conto en clase que en la epoca de Franco el Olentzero no era un señor bueno que traia regalos, sino alguien a quien temer porque "era un gigante que bajaba por la chimenea con la cara tiznada, con los ojos rojos y el aire fiero". Parece ser que esta idea fue in intento de Francisco Franco de truncar la idea sobre el personaje vasco, pero despues de la dictadura Olentzero se volvio bueno y la imagen que los niños tenian sobre el cambio.
Hace poco mi profesor de historia nos conto en clase que en la epoca de Franco el Olentzero no era un señor bueno que traia regalos, sino alguien a quien temer porque "era un gigante que bajaba por la chimenea con la cara tiznada, con los ojos rojos y el aire fiero". Parece ser que esta idea fue in intento de Francisco Franco de truncar la idea sobre el personaje vasco, pero despues de la dictadura Olentzero se volvio bueno y la imagen que los niños tenian sobre el cambio.
El simbolismo
La hipótesis más extendida es que el origen de Olentzero es anterior a la cristianización del País Vasco y que, como indica Claude Labat "el personaje del Olentzero debe ser ubicado dentro de las celebraciones del solsticio de invierno". Hay constancia de la existencia en el territorio vasco de la conmemoración del solsticio de invierno y el renacimiento de la naturaleza y del sol. En esta línea, el aspecto desarrapado, descuidado y viejo del personaje simbolizaría el tiempo pasado y su quema, manera habitual en la que terminaba el pasacalles del día de Nochebuena, representa la destrucción de toda relación con el "tiempo viejo" y el recibimiento de un nuevo tiempo. El paso de un tiempo que ya muere a uno renovado y lleno de vida, en palabras de J.M. Satrústegui, "supone dejar el camino libre al año que llega".
El cristianismo adaptó las costumbres locales anteriores a sus nuevas creencias. El personaje del Olentzaro se habría convertido en el anunciador de la noticia del nacimiento de Jesús (como también lo hicieron los jentiles, que coinciden con el Olentzero en el tipo de vida aislado que mantienen). Se dota al personaje de un significado cristiano y hogareño acorde con las enseñanzas de la iglesia católica. La comparación con el universal Papa Noel fue inevitable.
El cristianismo adaptó las costumbres locales anteriores a sus nuevas creencias. El personaje del Olentzaro se habría convertido en el anunciador de la noticia del nacimiento de Jesús (como también lo hicieron los jentiles, que coinciden con el Olentzero en el tipo de vida aislado que mantienen). Se dota al personaje de un significado cristiano y hogareño acorde con las enseñanzas de la iglesia católica. La comparación con el universal Papa Noel fue inevitable.
*hablare de los jentiles en otra ocasion. La mitologia vasca de para mucho.
Desde la representación del "tiempo viejo" hasta la actual encarnación del bonachón carbonero que hace regalos a los niños se ha producido una evolución muy profunda. La mayor parte de la misma se ha realizado en la última parte del siglo XX. El personaje de leyendas relacionadas con el sincretismo entre la mitologia vasca y las tradiciones cristianas locales: un gigante o jentil que se convierte al cristianismo, da paso a las versiones más modernas de un carbonero que vivía en el monte y al que no le gustaban nada los niños. Cuando bajaba al pueblo a vender el carbón los niños se escondían de él. En el siglo XX la figura de Olentzaro incorporó elementos de las tradiciones de Papa Noel-Santa Claus y de los Reyes Magos, convirtiéndose en un personaje que el día de Navidad trae regalos a los niños. Su historia se ha enriquecido con relatos e iconografía contemporánea.
Unas versiones inciden más en los aspectos cristianos de su historia; otras eliminan los aspectos religiosos, pero conservan los mágicos, y otras suprimen todos los aspectos sobrenaturales de su historia, de forma que puede ser seguido por otras religiones e incluso por ateos. Hay versiones que lo convierten en un embajador de buena voluntad y espiritualidad, mientras la publicidad comercial incide en el aspecto de los regalos materiales. Además, algunos grupos inciden en los aspectos de la nacionalidad y la cultura vasca de la tradición, mientras otros los evitan. La versión tradicional lo suele presentar sucio, y fumando en pipa, aunque muchas veces, especialmente para el comercio, se crean muñecos de Olentzero limpios y sin tabaco. Hay quien lo considera una figura burlesca, y otros venerable.
Unas versiones inciden más en los aspectos cristianos de su historia; otras eliminan los aspectos religiosos, pero conservan los mágicos, y otras suprimen todos los aspectos sobrenaturales de su historia, de forma que puede ser seguido por otras religiones e incluso por ateos. Hay versiones que lo convierten en un embajador de buena voluntad y espiritualidad, mientras la publicidad comercial incide en el aspecto de los regalos materiales. Además, algunos grupos inciden en los aspectos de la nacionalidad y la cultura vasca de la tradición, mientras otros los evitan. La versión tradicional lo suele presentar sucio, y fumando en pipa, aunque muchas veces, especialmente para el comercio, se crean muñecos de Olentzero limpios y sin tabaco. Hay quien lo considera una figura burlesca, y otros venerable.
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