El lunes al salir de trabajar, como siempre, me dirigí a la parada del autobús. Allí había un chico sentado que me miró. Al tiempo que yo llegué llegó otro chico. Los dos nos quedamos de pie, uno a cada lado de la marquesina. El que estaba sentado siguió mirándome. Al rato habló y dijo: "Siéntate, reina, que no vas a crecer". Le miré, se rió. El otro chico me miró y no se reía. Él también estaba de pie.
Igual me pilló en un mal momento, pero no sabéis lo mal que me sentó ese comentario. ¿Por qué tengo que sentarme yo? ¿por qué no dijo "sentaos, que no vais a crecer?".Esto también es machismo. Una situación violenta aunque no hubo violencia. Pero quiero recordarla en este día internacional contra la violencia machista, porque no debemos tolerar ninguna tontería. Porque para que nos respeten primero debemos respetarnos nosotras.
Cada día estoy más hasta las narices.
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