martes, 2 de septiembre de 2025

Gafas baratas, pero de buena calidad (I)

 Un día, en bachiller, me puse las gafas de una amiga y miré por la ventana hacia el monte. Era solo por probar, pero entonces me di cuenta de que no veía bien, y de que no era normal tener que entrecerrar los ojos para ver la pizarra.

Al principio era muy pocas dioptrías, 0,75, pero las suficientes para ponerme gafas y no sufrir el resto del curso. Poco a poco me fue aumentando la miopía y, sobre todo de noche, me resultaba muy incómodo. Llegué a tener 1,25/1,50 y fue cuando decidí usar las gafas todo el día. Alguna persona con más dioptrías que solo usa las gafas para trabajar me ha dicho que es mejor no llevarlas todo el día, que así el ojo no se acostumbra y lo fuerzas a trabajar. No soy oculista, no tengo ni idea de cómo debería ser, pero la realidad es que mi miopía aumentó mientras usaba las gafas ocasionalmente, y desde que las uso a diaro se ha estancado. Además, que me parece una tontería máxima ir viendo mal por la calle pudiendo ver bien.

Las primeras gafas que tuve eran unas de esas con montura de metal, estrechas y alargadas, tal y como se llevaban en los 2000. Eran muy discretas. Luego tuve unas de pasta, pero con la misma forma, de calvin Klein. Recuerdo la marca porque fueron caras y me dolió mucho cuando me senté encima y las partí.

Las siguientes gafas me las pagué yo. Ya era independiente económicamente. Decidí optar por una óptica barata. Si las gafas las hubieran comprado mis padres me habrían obligado a comprarlas en una óptica del pueblo, y sí, es lo más sostenible y ético, pero no soy rica y tampoco tonta, y si otras ópticas me ofrecen lo mismo a mitad de precio... así terminé en Multiópticas. Me da exactamente igual la marca de la montura, solo quiero ver bien y estar mona. Las gafas elegidas fueron unas de pasta fina moradas. Ya empezaban a ser más grandes.

Me cambió la graduación y tuve que hacerme otras. Estas serían las primeras con mi graduación actual. Aquellas eran de Multiópticas también, pero de Gaultier. Estaban super baratas y me las compré sin pensar demasiado. Luego me arrepentí un poco, porque la montura era la clásica negra de pasta que sienta genial, pero el puente era blanco. Muy Gaultier, sí, pero yo no tenía la suficiente seguridad en mi misma por aquel entonces como para llevar aquello. Me sentía como una nerd de esas que salen en las pelis con el trozo de esparadrapo blanco en el puente. Así que un día pinté el puente con pintauñas negro, y quedo bien. De verdad.

Las usé hasta que un día se me calleron al suelo por el lado de fuera, y se rallaron todas. Las llevé a la óptica a ver si se podían arreglar, pero la única solución era cambiar los cristales, y el precio era casi el mismo que unas gafas nuevas. Así que lo dejé ahí.

Una amiga me habló de +Visión, que tiene las gafas aún más baratas. Y allí que me fui. Me hice unas gafas de pasta negra, grandotas y con las patillas doradas, preciosas. Y por 1 euro más, pude hacerme mis primeras gafas de sol graduadas.

Estuve años con estas y fui madre. Dos veces. Mi primera hija me las tiró al suelo y se me rallaron un poco. Seguía viendo decente, así que no las descarté. Mi segunda hija me las tiró al suelo y me rompió la patilla. Así que decidí hacerme unas gafas nuevas, aunque conseguí pegar la patilla con pegamento, porque cualquier día me quedaba sin nada. Además, las de sol estaban ya ralladas.

Así que volví a +Visión (esto fue el año pasado), y me compré unas gafas muy similares a las anteriores, solo que en morado-oscuro-casi negro, y ligeramente más estrechas y alargadas. Pero la gente ni se da cuenta de que son diferentes. No encontré unas gafas de sol que me gustaran tanto como las antiguas, así que les cambié los cristales y ya. La chica que me atendió fue un poco borde y sentí que la pasta de las gafas nuevas era más endeble que las de las antiguas, además de que fueron algo más caras, sin tener en cuenta además que tuve que pagar los cristales completos de las de sol, sin descuento. Empecé a desencantarme un poco con esa cadena, y estaba tanteando buscar otra mejor.

Así llevaba yo un año cuando, este verano, mi hija menor cogió mis gafas de sol y... ¿sabéis lo que hacen los niños pequeños con las gafas? Bueno, pues se las fue a poner, pero para ello abrió las patillas de tal modo que parecía que las gafas estaban haciendo un espagat. Mi Mac Giver oculto salió, porque adoro esas gafas, y con un poco de silicona a modo de tope conseguí dejarla usables. Pero, un día me salió en instagram un anuncio de una marca de gafas baratas. Creo que ya me había salido, solo que no era el momento oportuno, y ahora así.

Y dejo aquí el post para una segunda parte. Este era el contexto, y ahora viene la información buena :)


No hay comentarios: