Hace años os hablé de mis tatuajes. Os comentaba cuál me había dolido a mí más y todo eso. A aquella lista debo añadir dos más: una ampliación de mi triskel/flores de cerezo con una luna de margaritas azules, cadenas y plumas en honor a mi abuello, y el monte Half Dome de Yosemite en un antebrazo. Soporté los dos perfectamente, sobre todo el del antebrazo, que apenas me enteré aunque la artista le dedicó cerca de dos horas por la cantidad de detalle que tiene. Además, se curó super rápido y muy bien.
Pero aunque haya aprovechado para actualizar la lista, quería escribir sobre el laser de eliminación de tatuajes. Y si duele. ¡Vaya si duele! joder. Mi precioso tatuaje de la clávicula con la palabra Wanderlust empezó a emborronarse a bastante pronto, tal y como sospechaba. Cuando las líneas son finas la tinta tiende a expandirse con el tiempo, pero es que apenas había pasado un año cuando empezó a emborronarse. La piel es fina, pero también lo es en el antebrazo, y ese tatu sigue perfecto a pesar de tener líneas finas y detalles. Así que creo que el problema fue de la tatuadora, que no me lo hizo bien.
En cualquier caso, a los 3 años empecé a no sentirme a gusto con ese borron en una zona tan visible. Se podía leer pero ya no estaba bien. En mi pueblo abrieron un estudio de tatuaje, y ocasionalmente invitan a un chico que se dedica a quitar los desastres de otra gente con laser. Así que decidí eliminarlo.
Y duele, mucho, y además es muy caro. Mi zona es pequeña, menos mal, pero aún así una sesión de laser cuesta lo mismo que me costó hacerlo. Mi bolsillo llora fuertemente. La cuestión era que al ser un tatuaje relativamente reciente la tinta tarda más en degradarse. La parte buena es que está cerca de ganglios linfáticos, y son los encargados de expulsar la tinta una vez el laser la deshace.
Fui a ello. Me di mi primera sesión justo después de que mi hija mayor dejara la teta. Tenía vez para la próxima sesión cuando supe que estaba embarazada, así que tuve que cancelarla, y como si hija pequeña sigue tomando teta, pues no he vuelto. Mi intención es retomar las sesiones en cuanto la deje (la ventaja es que ahora el tatu es más viejo así que será más fácil eliminarlo, en teoría).
Con esa primera sesión se redujo la cantidad de tinta significativamente, aunque al ojo quedó peor. Antes al tocarlo tenía un poco de relieve, y ahora no. Además, hay zonas que tienen menos color. El chicó tardó 2 minutos en pasarme el laser, pero a mí se me empañaron las gafas y todo de los calores que me entraron. Menos mal que es rápido.
Necesito darme al menos 3 sesiones más para decidir qué hacer. Mi idea es eliminarlo por completo, aunque si veo que tras 4 sesiones todavía queda mucha tinta, tal vez opte por hacerme algo encima que lo disimule. Algo sencillo, justo para tapar la sombra que debería quedar, si es que queda algo; he visto resultados impresionantes con 4 sesiones, hay gente a la que incluso se le ha borrado completamente. Cruzaremos los dedos para que sea mi caso. Estoy dispuesta a darme hasta 6 sesiones si así me aseguran que desaparecerá. Y dejaré el mensaje Wanderlus para un poster en casa o una camiseta. Ese fue un tatu que me hice sin pensar demasiado, y aunque me gustara todavía, está claro que mi cuerpo quiso decirme algo jajaja
Pero eso no me va a frenar. Seguiré tatuandome. Me faltan dos, por lo menos. ¡Tengo hijas y padres a los que quiero llevar en mi piel! Y lo haré, pero ahora no tengo tiempo ni para eso. La vida de malamadre. Uf.
jueves, 4 de septiembre de 2025
Laser para eliminar tatuajes: mi experiencia
martes, 2 de septiembre de 2025
Gafas baratas, pero de buena calidad (I)
Un día, en bachiller, me puse las gafas de una amiga y miré por la ventana hacia el monte. Era solo por probar, pero entonces me di cuenta de que no veía bien, y de que no era normal tener que entrecerrar los ojos para ver la pizarra.
Al principio era muy pocas dioptrías, 0,75, pero las suficientes para ponerme gafas y no sufrir el resto del curso. Poco a poco me fue aumentando la miopía y, sobre todo de noche, me resultaba muy incómodo. Llegué a tener 1,25/1,50 y fue cuando decidí usar las gafas todo el día. Alguna persona con más dioptrías que solo usa las gafas para trabajar me ha dicho que es mejor no llevarlas todo el día, que así el ojo no se acostumbra y lo fuerzas a trabajar. No soy oculista, no tengo ni idea de cómo debería ser, pero la realidad es que mi miopía aumentó mientras usaba las gafas ocasionalmente, y desde que las uso a diaro se ha estancado. Además, que me parece una tontería máxima ir viendo mal por la calle pudiendo ver bien.
Las primeras gafas que tuve eran unas de esas con montura de metal, estrechas y alargadas, tal y como se llevaban en los 2000. Eran muy discretas. Luego tuve unas de pasta, pero con la misma forma, de calvin Klein. Recuerdo la marca porque fueron caras y me dolió mucho cuando me senté encima y las partí.
Las siguientes gafas me las pagué yo. Ya era independiente económicamente. Decidí optar por una óptica barata. Si las gafas las hubieran comprado mis padres me habrían obligado a comprarlas en una óptica del pueblo, y sí, es lo más sostenible y ético, pero no soy rica y tampoco tonta, y si otras ópticas me ofrecen lo mismo a mitad de precio... así terminé en Multiópticas. Me da exactamente igual la marca de la montura, solo quiero ver bien y estar mona. Las gafas elegidas fueron unas de pasta fina moradas. Ya empezaban a ser más grandes.
Me cambió la graduación y tuve que hacerme otras. Estas serían las primeras con mi graduación actual. Aquellas eran de Multiópticas también, pero de Gaultier. Estaban super baratas y me las compré sin pensar demasiado. Luego me arrepentí un poco, porque la montura era la clásica negra de pasta que sienta genial, pero el puente era blanco. Muy Gaultier, sí, pero yo no tenía la suficiente seguridad en mi misma por aquel entonces como para llevar aquello. Me sentía como una nerd de esas que salen en las pelis con el trozo de esparadrapo blanco en el puente. Así que un día pinté el puente con pintauñas negro, y quedo bien. De verdad.
Las usé hasta que un día se me calleron al suelo por el lado de fuera, y se rallaron todas. Las llevé a la óptica a ver si se podían arreglar, pero la única solución era cambiar los cristales, y el precio era casi el mismo que unas gafas nuevas. Así que lo dejé ahí.
Una amiga me habló de +Visión, que tiene las gafas aún más baratas. Y allí que me fui. Me hice unas gafas de pasta negra, grandotas y con las patillas doradas, preciosas. Y por 1 euro más, pude hacerme mis primeras gafas de sol graduadas.
Estuve años con estas y fui madre. Dos veces. Mi primera hija me las tiró al suelo y se me rallaron un poco. Seguía viendo decente, así que no las descarté. Mi segunda hija me las tiró al suelo y me rompió la patilla. Así que decidí hacerme unas gafas nuevas, aunque conseguí pegar la patilla con pegamento, porque cualquier día me quedaba sin nada. Además, las de sol estaban ya ralladas.
Así que volví a +Visión (esto fue el año pasado), y me compré unas gafas muy similares a las anteriores, solo que en morado-oscuro-casi negro, y ligeramente más estrechas y alargadas. Pero la gente ni se da cuenta de que son diferentes. No encontré unas gafas de sol que me gustaran tanto como las antiguas, así que les cambié los cristales y ya. La chica que me atendió fue un poco borde y sentí que la pasta de las gafas nuevas era más endeble que las de las antiguas, además de que fueron algo más caras, sin tener en cuenta además que tuve que pagar los cristales completos de las de sol, sin descuento. Empecé a desencantarme un poco con esa cadena, y estaba tanteando buscar otra mejor.
Así llevaba yo un año cuando, este verano, mi hija menor cogió mis gafas de sol y... ¿sabéis lo que hacen los niños pequeños con las gafas? Bueno, pues se las fue a poner, pero para ello abrió las patillas de tal modo que parecía que las gafas estaban haciendo un espagat. Mi Mac Giver oculto salió, porque adoro esas gafas, y con un poco de silicona a modo de tope conseguí dejarla usables. Pero, un día me salió en instagram un anuncio de una marca de gafas baratas. Creo que ya me había salido, solo que no era el momento oportuno, y ahora así.
Y dejo aquí el post para una segunda parte. Este era el contexto, y ahora viene la información buena :)
lunes, 1 de septiembre de 2025
Itzulera
Ongi etorri niri, nire etxera. Home sweet home. Aspaldi ez dudala ezer idazten. Hain justu, bloga alde batera utzi nuen paperera eramateko. Bai, liburu bat argitaratu dut. «Liburu bat idatzi dut» esan behar nuen, baina egia esan, liburuko testu gehienak aspaldi idatzi nituen, blog honetan. Espazio hau nire pasadizo eta irudimenaren lekuko izan da urte askotan, eta azkenean guzti hori materializatu egin zen.