martes, 18 de diciembre de 2012

El anillo Claddagh de Galway

El anillo de Claddagh tiene su origen hace 300 años en una aldea pesquera de esa localidad a las afueras de Galway (Irlanda). Un hombre llamado Richard Joyce emigró a las Indias Orientales para trabajar, con la intención de volver algún día para casarse con su novia. Mientras navegaba, el barco en el que viajaba Joyce fue capturado y éste fue vendido como esclavo a un orfebre musulmán.

Con él aprendió el oficio y se convirtió en un maestro. Cuando Guillermo III llegó al trono, hizo un trato con los musulmanes para que soltaran a todos los esclavos británicos. El amo de Joyce lo liberó después de 14 años, así que para entonces ya eran amigos y tenía todo su respeto. Le ofreció la mitad de su fortuna y la mano de su hija a cambio de que se quedara con él, ya no como esclavo. Joyce rechazó la oferta y volvió a casa para casarse con su novia.

Durante el tiempo que habían estado separados, Joyce diseñó un anillo que demostraba su amor por ella. El anillo mostraba dos manos sujetando un corazón con una corona. Las manos simboliza amistad, el corazón amor y la corona lealtad.

Hoy en día la tradición sigue viva. Las calles de Galway (la capital) están llenas de joyerías que venden anillos, colgantes, pendientes y otras joyas con este motivo, que se ha convertido en el recuerdo más habitual. Aunque menudo se utiliza como sortija de matrimonio, también se ofrece como símbolo de amistad o simplemente se lleva porque es bonito.

Aunque la gente lo lleva como quiere, en realidad cada dirección en la que se coloca tiene un significado.
-Mano derecha con el corazón para fuera: La persona no mantiene ninguna relación.
-Mano derecha con el corazón para dentro: La persona está interesada en alguien, o alguien ha atrapado su corazón.
-Mano izquierda con el corazón para fuera: La persona está comprometida.
-Mano izquierda con el corazón para dentro: La persona está casada.

El de la foto es mi anillo :)

lunes, 17 de diciembre de 2012

Baby boom

Todo el mundo a mi alrededor está teniendo hijos y a mi me entra tal vértigo que hasta tengo pesadillas. De hecho, creo que los padres primerizos son el mejor anticonceptivo del mundo. Y punto.