sábado, 28 de septiembre de 2013

Zinemaldia 2013

Mi trabajo tiene cosas malas. Bueno, en realidad una sola cosa mala: el horario. Y tiene muchas cosas buenas, como por ejemplo que puedes acceder a lugares y personas que de otro modo sería casi imposible. Llevo ya tres años en los que he podido colgarme al cuello la acreditación para Zinemaldia, el festival de cine de Donostia, y esa tarjeta me ha permitido… ¡flipar en colores! no lo puedo decir de otra manera.
Desde pequeña, cada año me he acercado a la capital por lo menos un día a curiosear. Me gusta el ambiente de famoseo y fans. Me gusta ser una fan más, pero eso supone que puedes ver famosos o no. Y la verdad que como fan-loca he tenido suerte. En una ocasión tuve la oportunidad de ver a Brad Pitt y Quentin Tarantino bastante de cerca. Y también a Julia Roberts, que me cayó un pelín gorda. Pero todo eso no es nada comparado con lo que me permite la acreditación.
El año pasado fue el 60 aniversario y, a pesar de la crisis, echaron toda la carne en el asador. Se repartieron cinco premios Donostia y un montón de estrellas se pasearon por la alfombra roja, y gracias a la acreditación pude verlas de cerca. Mención especial a Ewan McGregor, que se pasó unos 20 minutos saludando a los fans, y Dustin Hofmann, porque es muy entrañable. En ediciones anteriores he visto películas memorables, de esas que no dejas de recomendar, y que quienes te hacen caso y las ven también las disfrutan. No puedo olvidar mi primera reacción a cintas como "Drive", "Urte berri on, amona!", "Pura vida" o "Blancanieves".
Este año el festival ha sido más modesto. Puede que haya sido casualidad pero no he visto películas de esas memorables. Tampoco malas, ojo, creo que he elegido bastante bien y he disfrutado viendo cada una de ellas. Peeero, sales del cine en silencio, pasan los minutos, las horas, los días y te das cuenta de que esas historias te han dejado indiferentes. Si tuviera que elegir una sería "El rayo" porque lo que se cuenta es una historia dura, pero que hace reír. No todos los días se le ocurre a uno ir desde La Mancha hasta Algeciras en tractor.
Sin embargo, el peliculón que esperaba llegó a punto de terminar el festival. "Prisoners", del canadiense Denis Villeneuve me dejó esa sensación de «está sí». No deja de ser un thriller sobre el secuestro de dos niñas, pero hay algunos giros argumentales que la hacen diferente y no nos deja relajarnos ni un segundo. Si tuviera que ponerle una pega sería su duración, demasiado larga para mi gusto, pero no porque le sobre metraje sino porque con tanto sobresalto, la urgencia por ir al baño premiaba. Podría ponerle otra hora más en esa línea si pudiera pararla cuando quisera.
Y con el peliculón llegó la gran estrella, Hugh Jackman. No podemos negar que es atractivo. Pues en persona lo es más. Y si le sumamos lo simpático que es… estábamos todos a sus pies, aunque alguno se quejara de que «tampoco es para tanto». Envidia. Durante la rueda de prensa, que duró casi una hora, hizo muchos chistes y contó muchas anécdotas, pero os voy a contar dos. Al parecer a nuestro Lobezno le gusta andar en bici, así que madrugó (si es que se le llama madrugar a levantarse a las 8.30) y se fue a pasear sobre ruedas. Como no había nadie, según él, se bañó en la playa (se bañóooo y no estábamos allí para babear) y después fue a ver la universidad, donde había un grupo de jóvenes fumando que le miraron raro. Me encantaría verles en el momento en que se enteraron que aquel tipo con chandal feo era Jackman. Como le entró hambre se fue a comer unos pintxos y no sé en qué momento se fue a comer al Arzak. ¡Como tonto!
Bueno, y la otra anécdota es de cuando le pidieron que fuera el maestro de ceremonias de los Óscar. Lo voy a poner como lo dijo él, porque es muy molón y me apetece:
«Cuando me llamaron estaba en Londres en una gira. Recibí una llamada a las 1 de la mañana desde el despacho de Steven Spielberg. Pensaba que mi equipo me estaba gastando una broma. Cuando les dije que sí me quedé tumbado en la cama y al rato mi mujer me preguntó, "¿qué te pasa?", y le dije "estás a punto de meterte en la cama con el maestro de ceremonias de los Óscar". Y respondíón, "¿Billy Crystal está aquí?". Me hizo reír tanto».
Que mono, quiere taaaaanto tantísimo a su mujer :)

martes, 17 de septiembre de 2013

Cincuenta idioteces de Grey (y puede que haya spoilers)

Hace unos meses dije que tenía curiosidad por este libro. Pues bien, ahora llevo leído dos tercios del famoso libro "Cincuenta sombras de Grey", y creo que puedo empezar a sacar conclusiones. Por decirlo de una manera suave, no es para nada el novelón que me esperaba. Es más, sigo leyendo por no dejarlo a medias y estoy convencida de que no pienso leer las otras dos partes de la trilogía, por mucho que todo el mundo me diga que son mejores. Si quiero saber por qué Grey es tan asqueroso leeré los resumenes de la wikipedia, y punto. Aunque realmente la que me cansa es Ana.

Por qué no quiero seguir leyendo este bodrio? pues por varias razones...
Entiendo que es un libro de sexo sadomasoquista. No entiendo que hasta la primera mitad del libro apenas haya sexo y después lo haya en todos lados y a todas horas, y tan "rapido" que sus escasas descripciones harán llegar al cielo a Ana, pero a mi no me hace ni cosquillitas, así que no cumple con las espectativas. 

La primera escena de sexo no está mal, pero la leí enfadada porque Ana es virgen y a Grey no se le ocurre otra cosa que "curarla". Venga tío, vete a la mierda. Pero resulta que después todo es maravilloso y la virginal e inocente Ana se convierte en una fiera que sabe hacer de todo a la perfección y no tiene ningún reparo además. *moooc* error. Nada creible.

Otra cosa que no es creible, que Ana se sienta tan fea, tan inferior y no hace más que quitarse moscones de encima. Pero si con la primera descripción ya sabemos que es un pivón! Caso a parte su personalidad, que tiene menos que una goma de borrar. Se ruboriza como ochocientas veces, y también yo de la rabia que me da. No me extraña que Grey quiera castigarla cada vez que pone los ojos en blanco, porque llega un momento en hasta me dieron ganas de ponerme a recoger firmas para que finalmente lo hiciera. Ya no hablemos de su subconsciente (que me cae bastante mejor que la propia Ana, por cierto) y esa Diosa que lleva dentro, que debe de ser acrobata porque está todo el día danto volteretas. Pasaré por alto las tonterías que se dicen por email, completamente omitibles. Vamos, que paso esas páginas como si de spam se tratara. 

No sé, me esperaba a un estilo Bridget Jones con escenas subiditas de tono, pero no es más que una historia para adolescentes muy insustancial. Además, si lo que se pretende es poner a mil a las mujeres lectoras, creo que sería más eficiente poner a una mujer segura de sí misma, con carisma, alguien que nos gustaría ser para ponernos en su piel, y no a esa sinsorga. Su amiga Kate sería mil veces más apropiada, pero también se cargan su personaje, el único medianamente interesante de la historia, cuando empieza a actuar como lo haría Ana al enamorarse del hermano de Grey, Elliot, un tipo bastante más interesante que su pariente rico, por cierto.

Todas las chicas que conozco que se han leído el libro me dicen que les ha gustado, y que Grey les pone. A mi no. Me consuelo pensando que ellas son como Ana, y yo como Kate, que recela de Grey.

P.D. Dicen que van a hacer peli del libro. Generalmente las pelis son peores, así que no quiero imaginar qué perdida de tiempo será esta. Aun así tengo curiosidad por quienes les interpretarán. Aquí hay una lista de los candidatos (y como veis las Anas son bombones, nada de la "poquita cosa" que se supone que es). A mi me gustan Mat Bomer y Alexis Bledel.

EDITO... para anunciar que he terminado el libro. No pienso recomendarselo a nadie. Es más, voy a des-recomendarlo a quienes lo mencionen. 




lunes, 16 de septiembre de 2013

Niños precoces

Me he escandalizado, cual viejita mojigata, al enterarme de la nueva práctica sexual que se ha puesto de moda entre los adolescentes (yo les llamaría preadolescentes). Resulta que muchas niñas, de entre 10 y 19 años, se han quedado embarazadas casi sin saber cómo. Al investigar un poco se ha descubierto que es por un "juego", el del muelle.

Este juego consiste en que un grupo de chicas y chicos se desnuden. Ella bailan, y ellos van penetrandolas una a una. Pierde el primero en eyacular. Obviamente, si muchas de las niñas se han quedado embarazadas en porque no usan protección. Y todo esto, además de dejarme boquiabierta porque con 10 años la mayoría no ha alcanzado la madurez sexual, y yo a esa edad imitaba a las Spice Girls y los chicos me daban más asco que otra cosa, pero sobre todo por la falta de educación que tienen nuestro jóvenes.

¿Es que a nadie se le ha ocurrido hablar de sexo a esos niños? Está claro que no podemos frenar su desarrollo, tristemente cada vez más temprano y con una infancia muy corta, pero sí podemos evitar que se comporten con semejante irresponsabilidad. Por un lado, los padres podrían hablar con los niños sobre sexo cuanto antes, nada de abejitas e historias, las cosas claras. Y por otro, los colegios podrían impartir clases de sexología eficientes –y no la mierda que tenía yo– a partir de los 8 años.

Pensaba que después de lo del "tampax on the rock" ya lo había visto todo, pero lo que nos quedará por ver…

domingo, 15 de septiembre de 2013

Marcianos o esa gente que se quiere ir a vivir a Marte

Un día de agosto, viendo las perseidas en un lugar oscuro de un pantano alejado de un pequeño pueblo de Badajoz, después de beber un poco de cerveza, me entró el ataque de risa al saber que están preparando un viaje a Marte sin retorno para 2023. Y, ojo, hay 100.000 voluntarios. Primero viajarán 4, y después otros 4, con intención de repoblar el planeta. Y todo lo televisarán, como si fuera un Gran Hermano, o depende de como sean los participantes un "Marte Shore", o si tienen bebes y mueren, un Show de Truman.

Yo creo que es un plan para eliminar a ciertos personajes… les darán el golpe de gracia a unos cuantos mientras unos actores trabajan de por vida en un plató en la Tierra. En ese caso, se me ocurre alguno a quien mandar a Marte.

En fin, que digo yo que el casting tendrá que ser exhaustivo. Mira que solo estarán 4 personas en todo el planeta, y después 8. Pasarán mucho tiempo en el cohete hasta llegar allí, y podrían odiarse, y no llegar a tener descendencia allí arriba, y se acabó el plan de repoblación. Y tendrán que elegir a gente inteligente, porque con tetas y bíceps no se construye una civilización. Luego tienen que ser atractivos, inteligentes, tolerantes, simpáticos, divertidos, moderados… buf! y tiene que haber un médico con todo lo que necesite para curar cualquier enfermedad, porque si no se quedarían sin "marcianos" en lo que dura un suspiro.

Me gustará ver la noticia de su llegada a Marte (o de su fracaso antes incluso del despegue), y reirme. Aunque también me hacía gracia el hecho de que un tío se tirara en paracaídas desde la estratosfera, y ahí está el gran Felix, que todos pensábamos que se iba a hacer tortilla. Cositas de cocos locos.