miércoles, 23 de enero de 2013

Una de historia, otra de realismo y otra de fantasía

Aprovecho el hilo literario anterior para aconsejaros algunos libros que debido a mi trabajo han llegado a mis manos y he devorado.

Primerisimo, "Mussche", de Kirmen Uribe, que lo publicarán en castellano con el nombre de "Lo que mueve el mundo" en marzo. También saldrán las versiones en catalán y gallego. El original es en euskara.

Se ha hablado mucho últimamente de los niños que fueron exiliados desde Euskal Herria en el buque Habana después del bombardeo de Gernika, y de cómo fueron a parar a casas de acogida de toda Europa. Muchos de esos niños volvieron, por orden de Franco, que era consciente de que la huida era vista con malos ojos en el extranjero. Algunos no encontraron su casa, o sí la encontraron pero sus padres ya no estaban, y no les quedó más remedio que rehacer su vida en un lugar casi tan extranjero que donde se habían escondido. Otros muchos jamás volvieron.

"Mussche" habla sobre estos niños exiliados, pero sobre todo habla sobre las familias de acogida, en concreto de una, la del escritor belga Robert Mussche. La nobela nos cuenta una biografía medio ficticia, medio real, compuesta por la imaginación de Uribe y los documentos que la mujer de Mussche guardó, y que guarda ahora su hija Carmen.

Segundo, cambiamos de registro, toca literatura juvenil con "Un monstruo viene a verme", de Patrick Ness, inspirandose en una historia de Siobhan Dowd, a quien pretende homenajear con esta historia tierna a la par de dura.

Está dirigido a un público joven pero no me parece para nada una chiquillería. Es un texto relativamente corto, con lenguaje sencillo y unas ilustraciones expresivas, y todo ello hace que lo que se cuenta sea aun mejor, muy intenso.

"Un monstruo viene a verme" nos cuenta la historia de Conor, un niño que desde que su madre enfermó tiene la misma pesadilla, hasta que empieza a visitarle un monstruo cada noche. Éste le cuenta tres historias y al finalizar él le deberá contar una cuarta, su verdad, lo que pasa realmente en su pesadilla, el mayor de sus temores que nunca querrá admitir… y hasta aquí puedo leer.

Tercero, "Ez naiz ni", de Karmele Jaio. Ignoro si existe versión en castellano o si la van a hacer. En cualquier caso, lo recomiendo a todos los que tengan un nivel medio (el lenguaje es fácil de entender por lo cotidiano de las escenas que se presetan). "Ez naiz ni", "no soy yo" en castellano, cuenta un puñado de historias en las que casi siempre la protagonista es una mujer de mediana edad. Mediantes diferentes situaciones se darán cuenta de que ya no son tan jóvenes, y comienzan el duro camino hacia la aceptación de ese hecho.

Tal y como dice uno de los personajes, «lo difícil no es envejecer, sino empezar a hacerlo». Busqueda de nuevas aficiones, querer recuperar una vida que quedó atrás hace mucho tiempo, conflictos con los hijos, infidelidades… todos ellos reunidos en historias que se leen solas y con las que, aunque yo todavía no llegue a esa "mediana edad", empiezo a sentirme un poco identificada. Al final te ríes, es tan real que parece una parodia.

martes, 22 de enero de 2013

Cincuenta sombras de Grey o como intentar vendernos porno en libro

Dicen que "Cincuenta sombras de Grey" es el libro que leen quienes nunca leen. Yo leo, ni mucho ni poco, pero me están entrando unas ganas terribles de leer las guarrindongadas que se cuentan en sus páginas. La curiosidad me puede. Pero como no pienso comprarme el libro, que para eso ya me lo dejará alguien, hago un llamamiento para que si sabéis un enlace donde pueda descargarmelo en formato Epub lo pongáis aquí, porfa.

Por cierto, corre el rumor de que en su versión cinematográfica (cuando la hagan) barajean el nombre de Robert Pattinson como protagonista. ¿En serio? ¿No pueden poner a Hugh Jackman, Viggo Mortensen o algún otro madurito-sexy que te apetezca ver en pelotas? ¿Tiene que ser el vampiro fosforito? Exijo una votación pública en la que las menores de 18 tengan prohibido participar.

EDITO: Ahora sé que Grey tiene 27 años, así que de madurito-sexy nada.

lunes, 21 de enero de 2013

La razón por la que hoy tengo agujetas

Hoy voy a escribir un post sobre el hobby de "mi árbol" sin pretender parecer experta en la materia. Me refiero a la escalada.

Soy una persona con muchos miedos, muy insegura, perezosa e inconstante, así que todo lo que tenga que ver con el deporte no es más que una anécdota en mi vida. Pero también me gusta aprender cosas nuevas, así que cuando "mi árbol" me propuso colgarme de una cuerda –a una altura de la que si me caigo me mato– por primera vez no pude negarme. Bueno, sí que pude, pero iba a quedar fatal, así que toda valiente me presenté yo en Araotz, con una vergüenza tremenda hasta una esquina donde un niño de tres años acababa de bajar desde donde yo iba a subir, bastante más torpe que él.

Subir, subí. Bajar era otra historia. «Echa el culo para atrás», me decían desde abajo. «¡Echalo tu!», respondía desde arriba temblando y pensando en el enorme culo que se me estaría viendo. Yo creo que fue esa visión la que me animó a bajar. Así que cuando puse los pies en el suelo casi me agacho a besarlo. «Suficiente por hoy», pensé. Y al día siguiente tenía agujetas.

Poco a poco fui acompañando a "mi árbol" a otros sitios de rocas y lagartijas, hasta que empecé a hacer cosillas, que para aquél niño de tres años son ridículas, pero para mi son un logro. He superado algunos de mis miedos, tengo más confianza en mí misma, de vez en cuando me sacudo la pereza de encima y… bueno, sigo siendo inconstante, pero como mi objetivo en la vida no es ni mucho menos ser buena en esto de los "folla piedras", pues no me hace falta tener una rutina. 

Creo que el punto fuerte de este deporte es que todo el mundo puede superarse a sí mismo, cada uno a su nivel, y después de realizar un reto siempre habrá otro. No hay un límite, ni para arriba ni para abajo, y nadie me ha mirado por encima del hombro a pesar de ser lo peor y rodearme de lo mejor.

Y para automotivarme un poquito quise comprarme unos pies de gato (bueno, me los ha traído Olentzero).  Si voy poco me durarán más, si voy mucho me pondré buenorra. Simple.

Estos son mis gatos. Deben llevarse muy ajustados para que el agarre sea el mejor. Cuando me los puse por primera vez me puse de puntillas y bailé como en el ballet. La sensación tiene que ser parecida, seguro: una tortura!


Lo que está al lado es mi magnesera, con magnesio robado a "mi árbol". Se usa para que las manos no suden y así es más fácil agarrarse a donde sea sin resbalarse.

Las siguientes imágenes muestran las manos de un escalador, de los de verdad, y las cosas que llegan a hacer (pero yo no, ni nunca las haré).


jueves, 17 de enero de 2013

D-J-A-N-G-O, la D es muda

Ya he visto "Django unchined", la nueva peli de Quentin Tarantino y me apetece contados que es totalmente exagerada, excesivamente tarantina, así que me encanta. Si tuviera que ponerle una pega es lo larguísima que es (casi tres horas), pero el resto es lo que me esperaba.

No he visto ninguna película sobre el personaje de Django, pero he leído sobre ello y resulta que es el protagonista de un spaghetti western, género que gusta mucho al director, de 1966 donde Franco Nero interpreta al cazarecompensas. Tarantino le da una vuelta a la historia y nos muestra a Django como un esclavo negro liberado (Jamie Foxx), hace un guiño a la historia original colocando a Franco Nero en el papel de un malo y utiliza al malo de "Malditos bastardos" (Christoph Waltz) para introducir al protagonista en la trama. Leonardo DiCaprio aparece más allá de la mitad de la película y le da un giro a la historia, que no pienso contaros.

Lo que hay, pues música y créditos que nos dicen quién ha dirigido el film, una historia entretenida, mucha sangre, un tanto de violencia y toques de humor negro –y rizando el rizo diré que la parte que más risa me ha provocado ha sido la discusión de los miembros del Ku Klux Klan por la confección fallida de sus capuchas–.

Mi conclusión es que a quien le guste Tarantino le va a encantar, y a quien no le guste la va a odiar. ¡Esta peli es pura dinamita y Tarantino explota con ella! (quien la vea lo entenderá).

viernes, 11 de enero de 2013

Nire ametsa ez da atzerria

Garagardo artean ideia bat bota zidaten. Kazetaria izanik nire ametsa atzerrira joatea eta bertan nire jardunagatik ezaguna izatea beharko litzateke, eta horregatik etxean nire izena goraipatzea. Eta ulertu nuen zer esan nahi zuten. Polita izan behar da ezustean atzerritik dei bat jasotzea, bizitza eroso bat eramaten lagunduko didan lanpostu bat eskainiz. Erraza da neure burua imaginatzea Pulitzer saria jasotzen eta ondoren idaztearen plazer hutsagatik zutabe bat astean publikatzearekin konformatzea. Nire sinadura ogia ordaintzeko adina ezaguna izango da. Liburu bat idatziko dut eta laster, J.K.Rowlingen antzera ibiliko naiz aleak sinatzen, liburudendetan ilarak sortzen eta Warner Brosen eskaintzak ukatzen Disneyri eskubideak saltzeko. Amets polita, noski, lotan mila bider dastatzeko modukoa.

Baina niretzat nahikoa da, eta askoz politagoa ere, nire herritik nire herriarentzat idaztea, atzerrira begira ahal dudanean (bidaiatzeko pasioa ezin dut ahaztu), baina oinak etxean ditudala. Berdin zait nire izena ezaguna ez izatea eta egunez egun lan munduan toki bat izatea merezi dudala erakusteko borrokatu behar izatea. Niretzat guzti horren ordainik politena da ondokoek lan txukuna egin dudala esaten didatenean, proiektu berriak abian jartzen direnean nire iritzia kontuan hartzen dutenean, telefonoa altxatu eta esker hitzak entzuten ditudanean. Gutxitan izaten da, baina horiek baloratzen ditut nik. Ohore bat da hemen idazten dena atzerrian irakurtzea (eta ez alderantziz), eta halako batean, teknologia berriek eskaintzen diguten nazioartekotasunari esker munduko edozein txokotan nire izenaren azpian dagoena irakurri ahal izatea.

Hori da nire benetako ametsa, ohetik kanpo amesten diren horietakoa, eta pausoz pauso lortu daitekena. Beti esan didate ez naizela handinahiegia, baina nire anbizioa horrekin asetuko nuke.




jueves, 10 de enero de 2013

Plumillas y sus cosillas

Cuantos más periodistas conozco más tópicos de nuestra profesión salen a relucir.

-La relación entre los periodistas y los fotógrafos es de amor odio. Nosotros los necesitamos a ellos para ilustrar nuestros textos, y ellos nos necesitan a nosotros para decir con palabras lo que no pueden decir con la imagen. Pero al final los dos creemos que nuestro trabajo es el más importante de los dos, y terminamos enfadados, porque no han fotografiado lo que necesitamos nosotros y porque no tratamos con respeto sus fotos ellos. Nos llaman plumillas, y nosotros a ellos foteros.

-Son muy divertidas las presentaciones de exposiciones. Muchas veces los convocantes, especialmente si son nuevos cara al publico, no saben qué decir sobre su trabajo y terminan soltando «no sé, lo mejor es que me preguntéis vosotros». ¿Qué quieres que te pregunte ni no sé ni lo que haces, cariño? así que improvisas: «¿Qué trayectoria tienes?, ¿cuál tu próximo proyecto?» y demás clichés.


-Empieza a responder y sacas la grabadora. «Ay, no me grabes, que me da vergüenza…», y ahí estamos de pie, en medio de una sala con cuadros colgando escribiendo a velocidad de la luz cosas que después no podremos entender. «Vamos a ver, o me dejas grabarte o hablas más despacio, porque de momento memoria de elefante no tengo». Y así, hay alguno que te deja grabarle, y entonces se repite la situación, solo que esta vez te las apañas para sostener la grabadora entre los dedos meñique y anular de la mano que sostiene el cuaderno. ¿Por qué a nadie se le ocurre sostener la grabadora?

-Llega el momento del fotero. El convocante posa. «Ay, me da vergüenza… espera, que cojo este cuadro». Y el resultado es una cara seria forzada escondida detrás de un cuadro desenfocado.

-Y ya estamos al final pero no podemos irnos sin que suelten la frase más repetida: «¿Esto cuándo sale?».