miércoles, 24 de diciembre de 2014

Edelweiss, esa flor que parece de algodón

 
Ilustración de Iban Barrenetxea
Allí, donde cada rincón es acariciado por un tenue manto helado, donde la nieve cubre las cumbres de las altas montañas, y el frío recorre los valles congelando los lagos; allí, en un lugar perdido entre el paisaje de los enimagticos Alpes, es donde cuentan que aquella historia ocurrió. Una historia que a pesar del tiempo trascurrido, con cada nevada su recuerdo vuelve a las memorias de los habitantes de esos valles.

Cuentan que un joven apuesto estaba enamorado de una mujer de una belleza casi comparable a la pureza de la blanquisima nieve que cubría el pueblo cada invierno, de tez pálida, ojos grisáceos  cabellos rubio casi blanco y rasgos finos y suaves, convirtiéndola en una albina extremadamente hermosa. Edelweiss se llamaba.

Se encontraba Edelweiss recogiendo agua de la fuente cuando él se acerco, tímidamente le cogió de las manos, llevaba días escogiendo las palabras adecuadas para confesarle lo que sentía, pero ahora bajo la hechizaste mirada de esos ojos como la niebla, casi olvidó por completo lo que le quería decir, titubeando y de la manera mas sencilla y sincera logró decir:

-No podía demorar por más tiempo, amada mía, el momento de confesarte todo aquello que por ti siento. Sufro cada noche y cada día de dolor por dentro, al reconstruir tu bello rostro no solo cuando sueño, sino tambien a cada instante que cierro los ojos, pues es tan grande lo que siento por ti, que si una tempestad amenazase con arrasar el pueblo, no podría ni con toda su furia llevarse un solo ápice de mi amor. Ni siquiera toda la nieve de las montañas que nos rodean, serian capaces de apagar el fuego que hace latir cada uno de mis órganos al veros, gentil Edelweiss os amo con todo mi ser.

Sorprendida pero halagada, recorrió su rostro mirándolo silenciosamente dejando una de sus manos entre las de el, sonrió tiernamente, y con un gesto en un tono totalmente diferente, le dijo:

-¡Oh amado mio! ¡Abrumada me hallo ante tanta galantería! Recibo tus palabras con el dulce mensaje con el que las proclamas. No obstante, ¿no os parece que toda declaración debe estar acompañada de hazañas?

-Hermosa Edelweiss, aquí donde me veis os pregunto, ¿que es lo que queréis? Porque os aseguro que conseguiré todo aquello de lo que carezcáis si así consigo demostraros lo que siento y conseguir aunque sea una mínima parte de vuestro desvelo.


Sus finos labios sonrieron dejando ver una dentadura perlina y una melodiosa carcajada rompió la seriedad del momento. Después dijo:

-¡Enamorado mio! Os tomo la palabra y os digo, que si no es verdad que por mi amor lo que fuera haríais  este es el momento de que huyáis, porque el reto que os vengo a proponer no esta al alcance de miedosos y cobardes.

La miro sin mediar palabra, dando a entender que quería escuchar atentamente su propuesta, ante la seguridad de él, ella prosiguió:


-Cuenta la leyenda, que una noche, una de las estrellas de las que relucen en el cielo le lloro a la luna y le declaro que sentía envidia de todo aquello que vivía en la tierra, que deseaba abandonar el firmamento para convertirse en una flor. La luna sintiéndose despechada, decidió vengarse enviándola al pico más alejado de la tierra que en ese momento divisó, eligiendo el Dufourspitze, la enorme montaña que custodia nuestro pueblo. Allí, la estrella bañada por la nieve se transformo en una hermosisima flor de pétalos blancos, que siempre estaría sola en lo alto de la montaña. Es la llamada Flor de las Nieves.

Hizo una pausa y rompiendo el tono solemne con el que había narrado la historia le dijo:

-Si es verdad que por mi murieras, allá a buscar esa flor fueras... Y ya te aviso, que sino la consiguieras, tampoco mi amor obtuvieras.

El rostro del joven palideció un momento, después volvió a recobrar el color, cuando sus mejillas se encendieron mientras oprimía los puños y apretaba los dientes, sus ojos llamearon cuando juró:

-¡Por tu amor, Edelweiss, yo te traeré esa flor!

Y se marchó con un firme caminar.

Dicen que pasaron muchos días y que el joven nunca regreso. También dicen que aunque ella reía todas las mañanas cuando la luz le daba en el rostro, por las noches, cuando nadie la veía, sollozaba y rogaba que él volviera junto a ella.

Acabó perdiendo el juicio, sin salir de casa y llorando amargamente todas las noches mientras contemplaba el Dufourspitze.

Su pena culmino una de aquellas frías y largas noches, en la que según cuentan los descendientes de los vecinos de aquel lugar, a las tinieblas salio totalmente desnuda a buscarle, gritando su nombre hasta desgarrarse la voz.

Desde entonces en su honor, la flor de las nieves es llamada Edelweiss, y es símbolo del amor verdadero y eterno, como el de los dos jóvenes que murieron arropados por la nieve.

martes, 23 de diciembre de 2014

Aker fassi, el pintalabios natural

Ese es el exótico nombre del pintalabios tradicional de las mujeres bereber. Es polvo de amapola con polvo de corteza de granada, un tinte natural muy pigmentante. Lo descubrí en una feria en la que una mujer ofrecía semillas de amapola y sésamo garrapiñados para probar. Riquísimos ambos, por cierto, pero ya que la mujer me llenó la mano me quedé a charlar con ella para que me explicara qué eran esas cosas que tenía.

Detrás de unos cacaos de esos marroquís que cambian de color había un cartelíto que decía "pintalabios en polvo". Pensé que ese cacao no era en polvo así que busqué lo que podía ser ese misterioso pintalabios. No lo encontré y pregunté. Me señaló un platito de cerámica. Me dijo que no había más que chuparse en dedo, frotarlo y aplicar en los labios (yo prefiero aplicarlo con un pincel porque así lo puede utilizar otra persona también y además no me mancho el dedo, que si no pareces ET todo el día).

Ella lo llevaba puesto y me gustó. Pero mi duda era si no se gastaba. La mujer se río. Yo qué sé si lo que pinta es el platito en sí o lo que se le echa! pues es lo que se le hecha. Me sacó de la "trastienda" un botecito con polvo rojo. Hay que echar un poco en el platito, luego poner un par de gotas de agua –agua de rosas, a poder ser–, esparcir y dejar secar. El platito ya venía preparado y da como para una decena de aplicaciones generosas. Después el platito queda limpio y es necesario reponer, por lo que viene bien tener los polvos a mano.

Me costó todo 5 euros. Si se compraban por separado costaba 3 euros el platito y otros 4 el polvo. Creo que por esos 5 euros tengo pintalabios para rato. Pero no os he contado lo mejor! Yo le encuentro similitud al Benetint de Benefit. Lo tengo así que sé de lo que hablo. Vale, esto hay que mojarlo para que pinte, hay que reponerlo, no se puede llevar en el bolso porque podría pringarlo todo… lo que quieras, pero el resultado es prácticamente el mismo, o incluso más intenso y duradero (y más barato, sobre todo). Igualmente puede utilizarse en mejillas.

Al ser en polvo cuando se seque los labios quedan tal cual, secos, así que es aconsejable echarse un cacao por encima. No se va porque es un tinte. Yo lo que hago es pintarme con aker fassi y me llevo el pocketpall de Benetint en el bolso para retoques cuando quiero llevar los labios rojos pero más naturales. Y cuando quiero que sean verdaderamente rojos y que duren, me echo el aker fassi y luego maquillo los labios de forma habitual, con perfilador y barra. Así, aunque el color de la barra se vaya quitando, al final siempre se queda el aker fassi :)

*ACTUALIZO: Como os contaba, solucioné el tema de ir como ET por la vida gracia a una brocha, pero aún así seguía habiendo un problema, y es que no me lo podía llevar en el bolso. Así que se me encendió la bombilla. ¿Sabéis esos pintalabios que vienen en formato rotulador gordo? yo tenía uno de Maybelline seco, y se me ocurrió abrirlo y echar ahí los polvos por agua de rosa. Y ahora puedo llevar el ayer fassi en mi bolso y aplicarlo cuando quiera, de la forma más cómoda y limpia posible.

jueves, 18 de diciembre de 2014

Dejar de fumar es fácil si Allen Carr te dice cómo

No soy fumadora. Nunca lo he sido. De hecho, me da mucho asco el tabaco. Mis padres siempre han fumado pero hará más de quince años que lo dejaron, y fumaban uno o dos pitillos al año, en ocasiones especiales. Un error en mi opinión, pero así eran felices.

Hace año y poco empezaron a fumar otra vez y es la mayor estupidez que habrán hecho en su vida. Que si solo los sábados, que si uno después de comer… y ahora fuman como carreteros. No les ataco con que es malo para su salud, sino que es malo para la mía, porque no se cortan un pelo si tienen que echarme toda la chumarraca en la cara. Bastante tengo con que tenga que tragarme el humo de mis compañeros de curro cada día mientras como que encima también los fines de semana, con el postre, llega Doña Nicotina.

Suelen decir cosas del estilo de «delante de los niños no fumamos». La razón? porque es malo para ellos aspirar humo. Ah. Pero para mi no. No entienden que yo no quiero tragar humo. No importa que los compare con cocainómanos, con la diferencia de que un cocainómano no me va obligando a esnifar restos de su rayas por ahí.

Recuerdo que cuando llegaba de fiesta mi madre me obligaba a desvestirme en la cocina y colgaba la ropa en el balcón para que se le fuera la peste a humo. Ahora su casa huele así y no le importa, no lo percibe. Pero por si acaso toma chicle después de fumar… y no se da cuenta que es aun peor esa mezcla de menta y tabaco frio. En fin.

Tres veces en este año me han dicho que van a dejar de fumar. No les creí la primera, la segunda hice una apuesta y perdieron, y la tercera es un propósito de año nuevo, o algo así… últimamente mucha gente –sobre todo joven– está dejando de fumar a mi alrededor, sea por salud, por estética, porque ya no está de moda o porque rasca el bolsillo, pero muchos me han recomendado el libro de Allen Carr "Es fácil dejar de fumar, si sabes cómo". Me han dicho que no dan las típicas razones de que si es malo y bla bla bla, que dan otras mucho más convincentes, que a mi no se me ocurren porque no soy fumadora.

Así que he pedido ese libro a Olentzero para ellos. Espero que su intención y promesa de dejar de fumar no sea otra mentira, y entonces este libro les ayudará. He leído uno de los últimos capítulos que va dirigido a los no fumadores que quieren que sus personas queridas dejen de fumar y una de las recomendaciones es que dejemos de machacarles. Vamos, que conmigo ha dado en el clavo, así que le haré caso.

Allen Carr fumaba desde los 18 años y a los 48 acudió a hipnosis por petición de su mujer. Pasó de fumarse 60 cigarros al día a no fumar nada en dos horas. Captó de que iba el rollo y escribió un libro con una técnica novedosa que tiene un poco de autohipnosis y un poco de verdad pura y dura, que combinadas con la fuerza de voluntad hace que una persona fumadora deje de serlo. Carr dice en el prologo que si siguiera fumando un día moriría de un ataque cerebral y nadie lo achacaría al tabaco, pero que sería consecuencia directa. Finalmente murió de un cáncer de pulmón y los médicos no saben si fue por su antiguo hábito o por el de sus clientes, que podían fumar en la consulta durante la terapia. Osea, murió por fumador o por fumador pasivo.

Tengo muchísima curiosidad por saber de qué trata el método, quiero saber cuales son esas razones que convencen a un drogadicto de que deje su droga, quiero aprenderlas para poder rebatirle a cualquier fumador porque la mayor arma es la información. Pues eso, que me he hecho con una copia digital del libro para empezar a leerlo ya mismo. No quiero leer el de papel porque el simple hecho de que quienes vean la portada piensen que fumo me da vergüenza. En serio, que asco.


*Llevo ya más de medio libro y ahora más que asco siento pena. Fumadores del mundo, aunque no tengáis intención de dejar de fumar, leer el libro que os va a abrir los ojos.
**Ya lo terminé y espero que tenga efecto en todos aquellos que lo lean. Especialmente mis padres.

jueves, 4 de diciembre de 2014

Baltasarren oparia, Durangotik zuzenean

Garan argitaratua

Etxekoak irakurzaleak dira eta, horregatik, nire apalak beti egon dira liburuz beteak. Txikitan Circulo de Lectores-ko aldizkaria ekartzen zuten etxera bi hilabetero. Orrialdeak atzera eta aurrera ibiltzen nintzen. Ezin ditut zenbatu Jordi Sierra i Fabraren zenbat testu irakurri ditudan oheratzean, lagunek Play Stationarekin jolastea nahiago zuten bitartean.

Abendua gerturatzen zela egunkarian agertzen zen liburuen zerrenda ikustea gustatzen zitzaidan, nahi nuen hori Landako guneko zein standetan egongo zen jakiteko. Iristen zen eguna eta amarekin joaten nintzen urtero, tradizio bat bilakatu zen arte. Beti sentsatzio berdina: ezin aparkatu, euripean sudurra bufandan sarturik jendetzaren norabideari jarraitu eta, azkenean, kristalezko kubo horretara sartu. Segituan bufanda soberan zegoen eta jendearen berotasunak euriak bustitako arropak erdi lehortzen zituen hezetasunezko laino bat sortuz.

Aitak fitxatuta zuen liburu hura erosten genuen lehenengo. Amak mendien planoak begiratzen zituen eta ziur perretxikoei buruzko gidaren bat ere bertan erosiko zuela. Nire lana erraza zen: argitaletxearen postua bilatu eta nahi nuen liburu hura erosi. Zein poza idazlea bertan zegoenean! Toti Martinez de Lezearen «Nur» sagak eta Pirritx, Porrotx eta Marimototsek koxkortuta harrapatu ninduten, baina ondo baino hobeto uler dezaket txikiek sentitzen dutena, ilara egin ostean, euren ametsak eta irudimena ideiez hornitzen dituztenek liburua sinatzen dietenean.

Musikari ere tarte bat egin nion nerabezaroan. Asgarth taldeko kideek orrialde beltzetan zilar koloretan pintatutako sinadurak gordetzen ditut oraindik garai hartako mugarri gisa, doinu gogorragoak entzuten hasi nintzenean. Gabonetako opari galanta izan zen diskoa. Gure etxean Olentzerok opari handiak ekartzen zituen eta Erregeek, berriz, barruko arropak eta liburuak. Ikastolara itzultzeko gogo gutxiak estaltzen zituzten opari xume haiek. Aurten ere Baltasarrek esne basoaren trukean opariren bat utziko al dit?