lunes, 12 de marzo de 2018

El suicidio no es glamouroso

Los estudios dicen que cada vez que en la prensa se habla sobre un suicidio ocurren más. A esto se le llama "Efecto Werther", término acuñado por primera vez en 1974 por el sociólogo David Phillips. Este demostró que los suicidios se incrementaban en Estados Unidos al mes siguiente de que el New York Times publicara en portada alguna noticia relacionada. Desde entonces algunos medios decidieron dejar de dar este tipo de noticias.

Yo no soy socióloga ni sicóloga, y no pretendo dar lecciones a nadie, pero soy periodista y quiero dar mi opinión. Creo que algunos medios buscan el morbo puro, dándole a veces al relato un aspecto literario que le da a la muerte un aire épico. Creo que ahí está el error. Creo que hablar del suicidio sería positivo siempre y cuando no se vea como un tabú. Si somos abiertos, si hablamos de ello correctamente, sin tapujos, como lo que es: el fin. El fin de los problemas, pero también el fin de todas las cosas maravillosas que en esos momentos de tristeza no vemos, pero que están ahí.

El suicidio es una opción. Es la elección de cada persona, pero hay muchas más opciones y la muerte siempre puede esperar. Si alguien está leyendo esto y tiene intención de despedirse de todo le pediría que esperara, que dejara pasar el tiempo pues en caliente no se toman buenas decisiones. Y bueno, si te haces un tatuaje en caliente, pues ahí llevarás una marca para siempre, pero la muerte es irreversible. Te perderás mil puestas de sol, gente muy interesante, viajes, nuevos sabores, un buen libro o esa nueva película taquillera que te hará soñar, una nueva afición que te enganchará de tal manera que te cambiará la vida.

La muerte no tiene nada de glamurosa. Morimos y ya, y quien se queda aquí sufre. Sufre tanto como tu estás sufriendo. A veces lo superarán y otras veces se hundirán. Habrá quien falsamente llore tu muerte, porque parece que cuando morimos todos somos buenos, pero eso no vale nada. ¿Para qué quiero yo que finja amor alguien que en vida no me quiso? Así que si buscar reconocimiento bórralo de tu cabeza. Se me ocurren mil maneras mejores en las que encontrarlo.

Y si he conseguido que por lo menos te lo pienses ya estoy contenta. Deberías buscar alguien con quien hablar. Puede ser un familiar o un amigo, aunque tal vez tengas miedo de contarle tus cosas porque no quieres cargarle con tus problemas o porque temes que te digan que no es para tanto. Si para ti es importante, es importante. No dejes que nadie te diga lo contrario.

Te digo por experiencia que a veces es más fácil contarle las cosas a un desconocido que a un conocido. Yo misma utilizo este blog como una vía de escape cuando siento que me ahogo. Lo suelto, me quedo más tranquila y en dos o tres días vuelvo a sentirme con fuerzas para comerme el mundo. Porque sí, porque a veces me siento mierda pero otras veces superheroína, y mi objetivo es estar más veces arriba y menos abajo, porque aunque el mundo sea cruel, la vida puede ser maravillosa, y depende mucho de nuestra actitud y de lo que hagamos para que sea así.

Otra opción, si no quieres escribir nada, es que llames a algún teléfono de ayuda.

El teléfono de la esperanza, por ejemplo. Te cogerá alguien, escucharás tus problemas y no te juzgará, te lo aseguro. Si no quieres llamar ahí, porque te da vergüenza, puedes recurrir a un foro. Elije un apodo y cuenta lo que te pasa. Estoy segura de que encontrarás apoyo.

Y para terminar, te diré lo que hago cuando estoy triste: me tomo un tiempo para mí. Puede ser un día o un viaje de un par de días. Si es un viaje, nada como planear una agenda llena de cosas que ver y descubrir. Si es un día, lo invierto en cosas que me gustan como dar un paseo sola escuchando música que me llene de energía, me tomo un buen desayuno en una cafetería mientras miro a la gente. Me gusta mirar a la gente. Siento el aire en mi cara, si llueve pues que llueva, si lloro pues lloro, y si la gente me mira pues que mire. Si decido pasear, camino rápido, que sienta el corazón bombear. Te recomiendo que cuando camines lo hagas erguido, con la cabeza bien alta y sonrías. Esto es un truco que puede parecer tonto pero funciona. Levanta los brazos bien altos al cielo y grita, verás que te sientes mejor. Date un capricho y cómprate una nueva camiseta, vete a la peluquería, comete un pastel. Haz lo que te de la gana, porque ese día es para ti. Y verás que es maravilloso :) Evidentemente no siempre podemos hacer lo que queremos, pero de vez en cuando sí. ¿Acaso no es nuestra vida?

Puedes, ser feliz, claro que puedes, pero la felicidad no es una constante. Para sentirla necesitamos pasar por baches de vez en cuando. Los humanos somos inestables. Pero no pasa nada, lo importante es enfrentarlos, porque como dice la canción, todos los días sale el sol. ¡A por todas, valiente!

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