sábado, 10 de marzo de 2012

El triálogo de la relación perfecta

He hecho un "estudio sociológico de las parejas" basándome en las que me rodean y en las experiencias propias, y creo que tengo la fórmula para que una relación funcione. Podéis probarla si os apetece experimentar, y luego me contáis.

Los tres factores son amistad, sexo y cariño. Si no se encuentran los tres en dosis iguales la relación está destinada al fracaso.

Amistad y sexo: Esto es lo que coloquialmente se conoce como un follamigo. Amigos que tienen sexo esporádico sin compromiso. Obviamente, si no hay cariño, un sentimiento más allá de lo que puedes sentir por un amigo, la pareja se lo pasará muy bien pero no surgirá nada serio.

Amistad y cariño: Este es tu mejor amigo. Es como tu hermano y nunca pensarías en tener sexo con él. Y él opina lo mismo, claro. Habrá chicos que crean que este tipo de relación es imposible. Certifico que existe y que es muy bonita además.

Sexo y cariño: La más peligrosa de todas porque se confunde muy a menudo con una relación perfecta hasta que la carencia de amistad es demasiado evidente. Puede que le demos escasa importancia al ser amigo de nuestra pareja, y por eso hay tantas relaciones que duran toda la vida y son de este tipo, pero eso no significa que sean ideales.

En cualquier caso, cabe la posibilidad de que a cualquiera de los tres tipos de relaciones se le sume el factor que le falta y se forme una perfecta. Especialmente, aunque creo que la última es la más peligrosa, también creo que es la que tiene más posibilidades de prosperar si hay ganas por parte de los dos integrantes de la pareja. Dedicándole un poco de tiempo a cultivar la amistad podrían descubrir las cosas que tienen en común o intentar dar el brazo a torcer en las que no, igual que con un amigo corriente. Creo que en el momento en que dos personas son capaces de salir de fiesta hasta las tantas solos y sin aburrirse, al llegar a casa tienen una ración de sexo y terminan el día mirándose a los ojos, definitivamente, han pasado la prueba. That's love!



*que conste que no estoy para nada de acuerdo con este articulo, aunque se parezca estilísticamente al mío. A mi "que me lleven" de compras como si fuera una niña que necesita ir acompañada no me gusta, ni que me aparten la silla al sentarme ni que me regalen rosas, son tan cursis y poco originales… Lo de que te digan que estás guapa cuando te has pasado dos horas arreglándote no es romanticismo, es sentido común. A ellos también les gusta. Me quedo con mis "tres pilares". He dicho.

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